Resumen cap 6 con NotebookLM
Costa Rica enfrenta un desafío nacional inaplazable para aumentar el logro universitario en la educación superior. A pesar de que el acceso y la cobertura han crecido en las últimas dos décadas, estas mejoras no se han traducido en un aumento proporcional de la graduación universitaria.
Hallazgos Clave y Magnitud del Reto:
• En 2022, Costa Rica presentaba un rezago de 17 puntos porcentuales en logro educativo terciario en comparación con el promedio de los países de la OCDE. Se proyecta que esta diferencia aumente, alcanzando Costa Rica un 40,7% en 2035, mientras que la OCDE llegaría al 64,8%. Esto significa que en una década, Costa Rica apenas alcanzaría el nivel que los países de la OCDE tenían en 2014.
• Aunque las universidades otorgan alrededor de 48.000 títulos al año, la cantidad de nuevos profesionales graduados es de solo 27.000 anuales debido a la doble titulación (posgrados o dobles carreras). Las proyecciones no favorecen una mejora sustancial en el logro educativo.
• El bajo logro universitario es una necesidad apremiante para el desarrollo nacional. Está directamente asociado con el crecimiento económico, la innovación y el desarrollo humano, y es fundamental para la estrategia de crecimiento del país basada en talento humano calificado. Además, el rezago actual acerca a Costa Rica a una situación que ninguna otra nación similar ha logrado revertir en las últimas dos décadas.
• Factores estructurales externos a las universidades influyen significativamente en el acceso y la titulación. Estos incluyen el nivel socioeconómico de los hogares, el lugar de residencia (con brechas que favorecen la Región Central), la tenencia de equipos de cómputo, la situación migratoria, y la cantidad de horas trabajadas.
Meta Nacional Propuesta: El capítulo propone establecer como meta nacional alcanzar un 50% de personas adultas jóvenes con estudios universitarios para el 2034. Esto requeriría incrementar la asistencia universitaria del 21,8% actual a un mínimo del 35% para las personas entre 18 y 34 años. Sin embargo, ningún país ha logrado aumentar el logro educativo en más de 20 puntos porcentuales en los últimos 10 años, incluso con financiamiento y políticas explícitas.
Barreras y Oportunidades Actuales:
• Ausencia de metas claras: No existen metas específicas de logro en educación terciaria en las políticas públicas ni en los planes universitarios, lo que dificulta la aceleración de la graduación.
• Calidad de la secundaria: El acceso a la educación superior está limitado por deficiencias en el logro educativo en secundaria, con desequilibrios en la calidad y brechas regionales.
• Contexto fiscal y político: El país enfrenta un escenario fiscal y político desfavorable, con pocas oportunidades para destinar recursos adicionales a la educación superior. Las negociaciones del Fondo Especial de la Educación Superior (FEES) se han endurecido, y la inversión social pública en educación ha disminuido.
• Opacidad en universidades privadas: La falta de datos e indicadores de gestión y resultados de las universidades privadas impide un análisis robusto y la propuesta de acciones específicas. La titulación en este sector ha disminuido desde 2014.
• Oportunidades: A pesar de las dificultades, Costa Rica tiene la posibilidad de avanzar aprovechando el "bono de secundaria" (aumento en la graduación de secundaria), reduciendo las diferencias regionales en el acceso y fortaleciendo los vínculos entre la educación superior y las necesidades del desarrollo productivo y social.
Acciones Universitarias Inmediatas Propuestas: El informe propone una estrategia basada en cuatro puntos de entrada para generar mejoras rápidas:
1. Crear rápidamente oferta de calidad a nivel de diplomados: Se busca fortalecer la educación técnica especializada, ajustando la oferta a las necesidades del mercado laboral y promoviendo su valor como una alternativa viable. Esto puede aprovechar la flexibilidad de las sedes regionales de las universidades públicas y un marco regulatorio ágil para las privadas. El Marco Nacional de Cualificaciones de Educación y Formación Técnica Profesional puede facilitar la movilidad.
2. Mayor aprovechamiento de cupos existentes y metas explícitas de graduación en las universidades públicas: Es crucial mejorar las tasas de graduación de los estudiantes ya matriculados. Se deben establecer formalmente metas de graduación como política universitaria, implementar estrategias focalizadas para reducir la reprobación, y utilizar tecnologías digitales para la docencia y el apoyo académico. También se recomienda optimizar el uso de la infraestructura existente, como las instalaciones universitarias en horarios de baja utilización.
3. Cambiar el sistema de incentivos para el diseño de la oferta académica: Se proponen pequeñas reformas normativas para incentivar una oferta académica más flexible y pertinente, incluyendo carreras de menor duración y trayectorias de certificación continua. También se sugiere reformar leyes que asocian la duración de las carreras con requisitos de ingreso y promover la transparencia de la información en las universidades privadas.
4. Resolver rezagos de cobertura y calidad en secundaria: Las universidades deben coordinar esfuerzos con el Ministerio de Educación Pública (MEP) y otros sectores para mejorar los niveles previos de formación. Esto incluye programas de nivelación, cursos de auto-nivelación para estudiantes de secundaria, orientación vocacional y fortalecimiento de la educación técnica y dual. A largo plazo, se enfatiza la necesidad de una política educativa sostenida y el respeto al mandato constitucional del 8% del PIB para la educación.
Gobernanza Universitaria y Desafíos Normativos: La gobernanza en las universidades públicas muestra un marco normativo amplio para la admisión, pero disperso y omiso en cuanto a metas y estrategias para garantizar la graduación. Las decisiones sobre cupos y oferta académica son emitidas por múltiples instancias, y la supervisión del cumplimiento efectivo de las normas es limitada. Aunque existen prácticas como el "cupo mínimo creciente" para ampliar el acceso, no están formalizadas con mecanismos sancionatorios. El sistema carece de disposiciones para flexibilizar la capacidad docente o para el cierre de ofertas académicas que han perdido pertinencia. El reciente convenio de Conare para el uso compartido de instalaciones es un paso positivo, pero su éxito dependerá de acuerdos específicos y de una cultura de cooperación.
En resumen, el futuro del país depende de la comprensión y el acuerdo de los diversos sectores sociales y políticos para abordar este desafío a través de acciones inmediatas y una visión a largo plazo que integre la gestión universitaria con cambios estructurales, asegurando una inversión adecuada y una mayor eficiencia en el uso de los recursos.