¿Cuál fue el éxito de una
Biblioteca que empezó con nada y recibió, en poco tiempo, el apoyo de todas las
autoridades universitarias y de la comunidad universitaria en general, para
lograr financiamiento para construir un flamante nuevo edificio, una red de
información y conocimiento que se extendió fuera de la ciudad de Heredia, para abarcar
zonas lejanas del país (Santa Cruz, Pérez Zeledón, Limón) y compartir la nueva
experiencia con bibliotecarios centroamericanos y del Caribe? La respuesta está
en la forma como nos involucramos de lleno en la construcción de un concepto
nuevo de universidad, lo cual implicó gran participación en luchas que se dieron
a todo nivel: desde la redacción de un estatuto orgánico, a la elección
posterior de directores y decanos, o la búsqueda de mayores recursos, lo cual
implicó realizar marchas y organizar movimientos que crearan consciencia en los
políticos de la importancia del proyecto nuevo de universidad, comprometida con
zonas de poblaciones no atendidas en el pasado.
Para el diseño del nuevo edificio
realizamos una investigación que duró un año, junto con el equipo de
arquitectos encabezado por Carlos Jankilevich, y que luego fue concluido por la
Oficina Ejecutora con los fondos del BID. Un edificio es solo la expresión de
un concepto de biblioteca que el equipo de profesoras se encargó de definir:
Elia Ma. van Patten, Zaida Sequeira, Alice Miranda, Roxana Castro, Marlene
Harper, Hilda Chacón, Ana Pacheco… ellas pusieron la semilla de plantas que
crecieron y fueron cuidadas por muchas otras colegas. Todas ellas asumieron el nuevo concepto de
información y conocimiento al servicio del desarrollo. Todas ellas entendieron
que la eficiencia se basa en la excelencia, en el conocimiento de las normas
internacionales y su aplicación en un contexto de recursos limitados que solo
podía acercarse al gran banquete informativo mediante el aprovechamiento de
esfuerzos y recursos abiertos ofrecidos por las grandes bibliotecas y
repositorios del mundo. Comprendimos que el acceso al conocimiento se realiza
mediante redes de colaboración desinteresada que van más allá de las
restricciones de derechos de autor, artificialmente impuestas por organismos
comerciales.
Muchos acontecimientos sucedieron
en estos cuarenta años transcurridos desde el inicio de la UNA, a nivel
nacional e internacional, pero la visión inicial fue acertada y preparó a la
Biblioteca y a la UNA para adaptarse a todos los cambios que siguieron. Fue un privilegio
haber sido parte de este impulso.
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